sábado, 12 de abril de 2008

Once a Hero

Y otro día más se apaga por momentos. Apoyado en la ventana del cuarto, sintiendo la suave y fresca brisa del océano, viendo morir los últimos rayos del sol. La esperanza en su mirada; y en su corazón, la sensación de que todo es perfecto. Por una vez, después de tanto tiempo, las cosas le salen bien.

A la vez que el día da sus últimos suspiros, comienza para él otra nueva aventura. Al salir a la calle, la primera bocanada del fresco aire del atardecer le hace sentirse más vivo que nunca. Apoyado en la verja del jardín, escuchando los primeros acordes de "Feeling This", espera paciente el último viaje del autobús hacia el centro. Y cuando el gran vehículo azul de dos pisos dobla la esquina de Palm Road, no puede contener una ligera e involuntaria sonrisa.

Durante el largo viaje, sentado en la parte trasera, se puede ver a muchas familias en sus salones, ya con la luz eléctrica encendida, comenzando a recoger los platos de la cena, o saliendo al porche para aprovechar el sorprendente buen tiempo del mes de Agosto. La pequeña ciudad costera inspira optimismo en todos sus rincones.

"Asthenia" suena en el mp3 mientras el autobús enfila Above Bar St., tan concurrida y viva como siempre. Avisa al conductor y espera que se detenga el vehículo para bajar a la acera enfrente de Palmerston Park, cuando el sol todavía se resigna a desaparecer otro día más. Allí, en el primer banco del parque, le espera un sueño.


[Southampton, 21 de Agosto del 2007]







Solo recuerda esto. Es más héroe el que no aprieta el gatillo.